El niño asustado en la noche cuando cree que hay un fantasma en su habitacion, se tapa la cabeza con la frazada.
Algo asi como “si no lo veo, no existe” sin tomar en cuenta que si hubiera un fantasma, que él no vea al fantasma no hace desaparecer al fantasma, sino al contrario, lo deja al niño mas vulnerable, porque ni siquiera lo ve venir para gritar y pedir ayuda.
El niño/a que existe dentro de cada adulto/a muchas veces tiene esa misma actitud frente a los problemas espinosos, y mas aun cuando viene de una familia cuya cultura familiar es barrer bajo la alfombra los problemas, con la misma actitud del niño de “si no se habla de esto, desaparecerá” y no, los problemas no desaparecen por no hablarlos sino al contrario juntan presion y se agravan.
La actitud de barrer bajo la alfombra y no hablar con alguien de lo que esa persona hizo que lo afecta a uno, es veneno para el crecimiento personal.
Cuando veas a una persona haciendo eso, sabe que de crecimiento personal tiene poco.
Y si tuvo, lo perdió.