Yo no vivi las persecuciones del Holocausto ni las otras de los ultimos dos mil años y sin embargo me duelen y me moviliza mucho que hayan matado a tantos solo por ser judios como yo. El pasado nos moviliza aun cuando no lo hayamos vivido en carne propia. De similar forma las mujeres que viven hoy en dia no han vivido los abusos de poder que sufrieron las mujeres a manos de los hombres en los ultimos 4 mil años de cultura patriarcal, pero el sufrimiento de “las mujeres del pasado” en general es logico que las movilice fuertemente. El tema es que las emociones fuertes nublan el raciocinio. Y el movimiento feminista, fruto de esas emociones fuertes, le erro al bizcochazo. Porque hombres y mujeres SOMOS diferentes (ni mejores ni peores, diferentes… la biologia marca la psicologia, y el hecho de que las mujeres sean las que se embarazan, sean las que dan a luz, sean las que dan el pecho y sean las que reciben DENTRO de su cuerpo al hombre cuando tienen sexo, y que con una actitud fuerte y rigida NO puedan tener sexo, porque la vagina tiene que estar en una posicion receptiva y distentida para poder tener sexo, mientras el hombre con un pene en actitud receptiva y distendida esta en dificultades para penetrar… todo eso INFLUYE en la esencia de la forma de ser psiquicamente hablando). Y lo que el feminismo logro es, si, parar en parte el abuso del poder por parte de los hombres pero a un costo altisimo; se perdio el YIN en la cultura occidental. Se valorizco unicamente al YANG, YANG con pene y YANG con vagina. El costo de esta masculinizacion de la sociedad fue una tendencia creciente a madres son cada vez menos maternales, y a que las facetas YIN de la psique como paciencia, tolerancia, empatia, comprension, sacrificio gozoso por el ser querido, nutricion, suavidad, dulzura e intuicion, esten desapareciendo de nuestras vidas. El experimento de masculinizar a las mujeres para evitar el abuso del poder de los hombres ha solucionado un problema creando otro. La solución pasaba por revalorizar los valores femeninos YIN e incorporarlos a la vida tanto de hombres como mujeres.