Soy profundamente judío, identificado con y estudioso del contenido filosófico del judaísmo y de su propósito como misión de mejoramiento de la vida de la Humanidad y al mismo tiempo, para nada religioso.
Mercedes no es judía y en casa, desde que somos pareja, festejamos la Navidad. Pero la festejamos como hacen en general los cristianos, nos reunimos con la familia, comemos, charlamos, hay regalos “para el niño interior” que Mercedes organiza (con los infaltables dinosaurios para niños que recibe cada uno) y vemos los fuegos artificiales.
Ahora bien, nunca entendí la poca importancia que le dan los cristianos (con millones de excepciones que solo justifican la regla) a la Navidad en tanto simbolismo espiritual. Porque para mi, Navidad, que recuerda a Jesús y su obra, es la conmemoración de lo que fue un punto de inflexión importantísimo en el crecimiento personal a nivel colectivo de toda la Humanidad.
Jesús fue uno de los varios profetas judíos que protestó fervientemente CONTRA la religión organizada diciendo que mas vale la buena obra que mil rezos y ritos religiosos, e introdujo el gran salto adelante de agregarle una buena dosis de PERDÓN a la sopa judía que estaba (y sigue estando) basada en la JUSTICIA (y por lo tanto en el castigo al infractor).
No digo que la justicia no sea importante, sin justicia no hay paz.
La justicia es no negociable y crucial para una sociedad feliz.
Digo que un paso mas adelante todavía de la justicia está el perdón, el genuino, el que sale de darse cuenta que de uno estar en los zapatos del otro capaz que hubiera errado como erró el otro, y que es mas fácil criticar la paja en el ojo ajeno que ver la viga en el ojo propio.
Los judíos tenemos también un día dedicado al perdón, pero con mas hincapié en REPARAR las ofensas que NOSOTROS hicimos a los demás el año anterior y ahí, luego de reparar todo lo posible lo que hayamos hecho mal, pedir el perdón del que dañamos.
Y me parece muy bueno ese aspecto del judaísmo.
Pero no existe en el judaísmo una de estas cosas que SUPUESTAMENTE se festejan en Navidad al recordar a Jesús, el hincapié en el trabajo interior de nosotros para intentar así llegar a perdonar al otro AUN SI por estricta justicia habría que condenarlo y castigarlo, lo cual es mas que difícil y un ejercicio tremendo de compasión, de empatia, de poder ponernos en los zapatos del otro.
A todos los que siguen las enseñanzas de Jesús, vayan mis saludos en esta Navidad.
Todas las corrientes espirituales llevan a un mismo lugar, ser mejor persona.