Hay vicios (adicción a sustancias, en este caso la dopamina segregada por el cerebro al estar enamorado) que solo son admisibles en la juventud (cuando por inexperiencia uno cree que hay cosas gratis y no sabe calcular los costos a futuro de lo que decide hacer hoy). Enamorarse es proyección e invención del otro para que la imagen perfecta generada en nuestra mente del “otro/a” nos haga sentir “espléndidamente” (entre comillas, porque a mediano y largo plazo las drogas como el enamorarse, o consumir marihuana o cocaina tienen su costo y el “paraiso” se termina con dolores y sufrimientos de algun tipo, algo asi como compre ahora con tarjeta de credito y despues sufra para pagar las cuotas). Después de los 25 las palabras claves no son “enamorararse” sino “comprometerse afectivamente”, “construir una relación de confianza”, “construir una relación de amor (siendo la definición del amor la disposición al sacrificio personal de tiempo, energía, dinero y hasta vida por aquello a quien o que amamos)”, “crecer juntos como compañeros de vida”, etc.