¿Has tenido en tu adolescencia un personaje que te hubiera gustado “ser como fulano/a de tal” de grande?
Mi personaje favorito, que me daban deseos de “ser como él de grande” era Leonardo Da Vinci (que se destacó por su creatividad polifacética, fue desde un ingeniero inventor de maquinas hasta un pintor, dibujante, escultor, músico, pasando por ser arquitecto constructor, matemático y experto en anatomía, o sea las cosas mas diversas).
Luego un poco mas grande, pero todavía como adolescente, tuve una enorme admiración por un contemporáneo, llamado José Jerozolimsky (ya fallecido hace años), que escribía artículos en un semanario llamado Semanario Hebreo, aquí en Uruguay, y yo me sentía maravillado porque este hombre sabia poner en pocas palabras, de manera clara y concisa, conceptos que bullían en mi mente pero que yo no hubiera sabido expresar con esa claridad, era como que sus escritos aclaraban mi pensamiento y lo ponían en blanco y negro.
Todos tenemos una “intuición de nuestra esencia” solo que no todos escuchamos esa voz interna que nos habla de múltiples formas y una de las formas que nos habla, es justamente, la “identificación” que sentimos por un personaje de la Historia (o del ambiente que nos rodea).
La felicidad viene de ahí, de poder alinearte con tu esencia, la que ya existe en ti en el momento de nacer, así como la esencia del árbol ya existe en la semilla que se planta.
Tanto mas autorrealizados somos o sea tanto mas nuestro potencial se actualiza en las realidades que vivimos en nuestra vida, tanto mejor nos sentimos.
Por eso los jóvenes deberían renunciar a tomar medidas que te atan de por vida antes de saber quienes y como “son” (por ejemplo si te casas y tenes hijos antes de los 30 ya no tenes mucho margen de acción para descubrir quien sos y alinearte con quien sos si queres ser responsable con las obligaciones contraídas).
Por eso una parte importante de la educación es poder sacar de adentro de nuestros hijos y alumnos su esencia y ayudarlos a alinearse con ella, para lo cual el camino es enseñarles 1) que existe tal cosa como su esencia 2) que es necesario descubrirla y 3) que es necesario vivir una vida alineada con ella.