Te lo pongo en metáfora comida:
Si tu pareja quiere comer sushi, y vos en vez de sushi le das un rico asado con fritas, porque es TU comida favorita, no esperes puntos positivos en la cuenta corriente de la relación.
Uno tiende a pensar que los demás son como uno y que las otras personas por lo tanto deben valorar lo que nosotros valoramos.
Y no, cada uno es como es y necesita lo que necesita.
Por eso una pareja es compatible cuando lo que uno tiene para dar es lo que el otro necesita recibir y viceversa, y así forman una pareja complementaria.
Lo primero que le pregunté a Leticia en nuestra primera conversación (por chat, por FB) fue: ¿que quisieras recibir de tu hombre ideal?. Me dijo tres cosas, y sentí que las 3 estaban entre mis “fortalezas” o sea, aquello que de forma natural me sale darle a una mujer. Y rápidamente hablando con ella me di cuenta que lo que yo estaba buscando de una pareja, ella era ideal para poder dármelo.
Así debería ser el inicio de toda relación prospectiva, saber cuales son las fortalezas de uno, que puede uno dar en una relación de pareja a la otra persona, y que es lo la otra persona busca. Y viceversa. En todos los aspectos: intelectuales, emocionales, económicos, estéticos, morales (valores), y de proyectos y planes de vida.
Si no hay encuentro en eso, no hay pareja feliz posible.