La izquierda dice que si, que donde hay una necesidad hay un derecho.
Dicha asi la frase implica “siempre que hay una necesidad hay un derecho”
Y yo creo que no.
A veces hay y muchas otras no.
El tema es así, en mi opinión:
Conducta que premias crece.
Conducta que castigas decrece.
Por lo cual gobernar con el principio de “siempre que hay una necesidad hay un derecho” termina perjudicando la marcha del país.
Te podría dar cien ejemplos pero te doy uno:
Hay gente que no debiera tener mas de un hijo, porque no puede mantener mas de un hijo, pero tienen cinco o seis, a los cuales no pueden mantener, y ahi EXIGEN de los demás que les mantengan a sus hijos en forma de planes de ayuda.
Si queremos disminuir la pobreza en el pais, y dado lo explicado arriba (conducta que premias crece) no vamos a lograrlo premiando el tener hijos que no se pueden mantener.
Vos dirás: pero no es negocio tener un hijo por mas que te den un plan, te sale mas caro el hijo que lo que te ayudan.
El tema es que si vos estas leyendo este posteo tenes el nivel intelectual que no tienen los que tienen seis hijos cuando no pueden mantener bien ni a uno.
Al contrario, en la práctica, los planes sociales y el pago por maternidad lleva a que haya mujeres muy pobres (que en general no gozan de un gran nivel intelectual para darse cuenta de su error de cálculo) y que creen que hacen “negocio” cobrando pensiones y planes por tener hijos.
Con la actitud asistencialista el problema de niños carenciados se disimula en el presente y se agrava en el futuro.
Y digo se disimula porque pobre es todo aquel que no puede por si mismo llegar a fin de mes y necesita la ayuda de la caridad publica, a la cual hoy llamamos “justicia social” solo porque suena mejor (porque de justo no tiene nada de que la gente responsable que no tiene mas hijos de los que pueden mantener tengan que pagar para mantener a los hijos de los irresponsables que tienen mas hijos de los que debieran tener), para poder cubrir sus necesidades básicas; las estadísticas no reflejan este hecho y dejan de llamar pobre a la persona que llega a fin de mes mediante la caridad publica.
La cantidad de niños pobres (o sea que viven con padres que no pueden cubrir sus necesidades básicas sin sacarle el dinero al resto de la población para complementar su ingreso) ha aumentado, no disminuido, en todo este período de asistencialismo.
La pobreza (la real, no la disimulada con lo que se les da como ayuda y sin la cual no podrían llegar a fin de mes de manera independiente) aumenta, con lo que aumenta la carga fiscal sobre todo el resto de nosotros.
Y la solución de fondo al problema tampoco pasa por dar mas dinero a la educación en las escuelas, porque la escuela da información, no valores, como el valor del estudio (entre otros), valores que se obtienen únicamente en el hogar y si en el hogar no están esos valores, no se obtienen.
Y sin educación adecuada no hay salida de la pobreza, y el dinero que se vuelca en la enseñanza solo afecta el factor menos importante para cambiar la cabeza del niño pobre (la información impartida en la escuela), no le cambia el entorno familiar donde (salvo honrosas excepciones) recibe los antivalores con respecto al valor del estudio y la formación intelectual para el éxito en la vida.
A mejor educación en las escuelas (que por supuesto es deseable) hay que agregarle el evitar que las familias mas pobres de nuestras sociedad tengan tantos hijos lo que, independientemente de que se aumente el gasto en educación, como se ha hecho, termina no solo no disminuyendo sino aumentando la pobreza REAL (el número de personas que no saben autoabestecer sus propias necesidades básicas).
Por lo cual una política que premia a los mas pobres y menos formados intelectualmente para que tengan tantos hijos con mas dinero claramente no apunta al objetivo de bajar los niveles de pobreza de un país. Solo perpetúa y agrava el problema y la única ventaja de ello es conseguir votos para el gobernante que organiza los planes sociales.
En resumen: con la máxima de “donde hay una necesidad hay un derecho” la gente termina siendo menos responsable.
Total, si manejo mi vida de tal forma que termine necesitando algo eso me da el “derecho” a que alguien me solucione mi problema.
Solidaridad con el realmente necesitado no por irresponsabilidad sino por real fuerza mayor, si, sin duda.
Pero lo que necesita nuestra sociedad para progresar no es mas “derechos que exigen ser cumplidos” sino mas responsabilidades y hacerse cargo de las consecuencias de las malas decisiones de vida, en lugar de cargarle las consecuencias a los demás.
Donde hay una necesidad ¿Hay un derecho?
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