Hay mucho lisiado emocional en la vuelta.
Hay mucha persona que no se anima a entregarse realmente a nadie (o porque ha sido muy herido, o porque ha visto a alguno de sus padres muy heridos por el amor de pareja).
Hay mucha persona muy inmadura que son como los niños que quieren probar todas la comidas, aun a riesgo de indigestarse (en la madurez haces carne que para vivir mejor y mas feliz, hay que aprender a elegir algo/alguien y sacrificando el resto de las posibilidades, porque por definición, tooooodo no se puede tener jamas).
Cuando yo elijo casarme en los próximos meses con Leticia, no lo hago porque crea que ella es la mas linda, ni la mas inteligente, ni la mas divertida, ni la mas nada de todo el planeta. Ni yo lo soy.
Nos casamos con Leticia porque nos elegimos mutuamente sacrificando ambos gozoasmente, sin pesar, todos los otros potenciales eventuales que podríamos tener de mantener nuestra libertad de soltería.
No sabemos a quien vamos a encontrar y con quien nos vamos a cruzar mañana o pasado o dentro de cinco años.
Formar una pareja es la capacidad de sacrificar GOZOSAMENTE, no con un “ufa que cagada”, todas las otras opciones presentes y futuras por conocer a cambio de las delicias del compromiso con ESA persona que elegiste.
El compromiso permite mayor entrega y mayor seguridad en el vinculo, ambas cosas sumamente valiosas..
El concepto de “parejas abiertas” en que cada cual hace la suya y sin participar a su pareja es un masoquismo emocional encubierto de pronostico reservado (en realidad de pronostico bastante negativo).
Una cosa son los juegos sexuales de la PAREJA, como los tríos, en donde el tercer o la tercera son el equivalente de adicionar juguetes sexuales o una película porno, o jugar con disfraces o situaciones o lugares, es una forma de ponerle picante a la comida, de aumentar la excitación.
Es mas, algunas personas se excitan con un poco de violencia en el juego sexual, por ejemplo muchas mujeres se excitan si durante el acto sexual el hombre las posee con fuerza y les pega en la cola o le tira del pelo o le habla “sucio”.
O sea se excitan con un poco de “maltrato”.
Eso se llama masoquismo sexual y no tiene absolutamente nada de malo, es igual de valido gozar masoquisticamente con algun tipo de “dolor” que gozar poniendo música romántica de fondo mientras tenes sexo, o vestirte de uniforme de colegiala.
Y asi como hay masoquismo físico que da goce a algunas personas hay masoquismo emocional, generado por los celos de ver a tu pareja con otra persona o de saber que tu pareja estuvo con otra persona.
Y no tiene nada de malo (salvo los peligros aumentados de que la pareja de uno se enganche con otra persona o nosotros nos enganchemos con otra persona, como efecto de estos juegos masoquistas basados en el placer del dolor emocional de los celos que el masoquista decodifica como placer … esa es la definición de masoquismo, se goza con el dolor, dentro de determinado rango, rango diferente para cada masoquista).
Con este debate publico que desató el tema de Florencia Peña y su “poliamor”, he estado escuchando y leyendo tanta estupidez sobre el tema que me doy cuenta porque andan tan mal las parejas hoy en día.
Hay un analfabetismo sobre que es amor comprometido de pareja tan grande y se “justifican” las propias incapacidades de compromiso con racionalizaciones que no resisten el análisis lógico.