El presidente de Francia, Macron, saludaba a jóvenes que asistían a una ceremonia en honor a excombatientes de la Segunda Guerra Mundial, en las afueras de París.
Uno de estos jóvenes entonó las primeras palabras de La Internacional (himno comunista) y luego le dijo a Macron “que tal Manu?” (acortativo de Emanuel el primer nombre de Macrón) como quien saluda a un amiguito, faltándole el respeto a la investidura (hay muchos jóvenes que creen que es “progresista” no reconocer ni tener respeto por la autoridad).
Ahi recibió la lección de su vida de parte de Macron, que inmediatamente le dijo:
“No, eso no puedes. Estás en una ceremonia oficial, te portas bien. Puedes hacerte el tonto, pero hoy es La Marsellesa (himno francés)”
“Me llamas señor presidente de la República o señor”.
¿De acuerdo?”, le dijo entonces el presidente en un tono seco. “Sí señor presidente”, le respondió el joven, disculpándose.
“Bien. Y hace las cosas en el orden que van. El día en que quieras hacer la revolución, primero estudia y consigue un diploma, y aprende a mantenerte económicamente a ti mismo. Y recién ahí podrás ir a dar lecciones a otros (de como vivir)”, añadió Macron, antes de darle una pequeña palmada en el brazo.
EEESO es lo que necesitan nuestros hijos, el ejercicio de la autoridad paterna.
Cierto, muchas familias divorciadas generan que los hijos ni siquiera viven con el padre.
Pero si buscamos excusas, excusas encontraremos.
Y si buscamos resultados, encontraremos la solución a las dificultades para conseguir los objetivos, y el objetivo aquí es que los jóvenes entiendan que en el mundo hay jerarquías, que en el mundo hay quienes tienen legítimamente el mando, y que lo que corresponde es tener respeto y obediencia a la autoridad.
La fantasia del “todos somos iguales” es solo eso una fantasía.
Hay personas mas capaces que otras.
Hay personas mas trabajadoras que otras.
Hay personas mas inteligentes que otras.
Hay personas mas buenas que otras.
Todos NO somos iguales.
Y quien no lo aprende por las buenas el respeto por la autoridad (y se aprende en el hogar), lo aprenderá, en la vida, por las malas, perdiendo empleos, o estropeando relaciones humanas.
¿Por que no ejercen muchos padres hoy en día su autoridad?
Por complejo de culpa, por haber sido copartícipe en la culpa de haber roto su familia y/o por la culpa generacional de estar entregándole un planeta en vías de total destrucción a la generación de sus hijos.
Y la culpa es genuina, TIENEN culpa.
Pero un mal mas un mal son dos males, no se compensan, y la incapacidad generacional que lleva a no haberle entregado un planeta viable a nuestros hijos genera un daño que solo AUMENTA al agregarles el daño de no enseñarles el respeto a la autoridad.
En mi hogar cuando mis hijos estaban a mi cargo (ahora son todos ya adultos e independientes), yo no mandaba porque “tenia la razón” (no digo que no la tenia, digo que no mandaba “por eso”) sino que ejercía la autoridad por la sencilla razón de que “donde manda capitán no manda marinero”, y en un hogar, si el hombre de la casa no es el capitán del barco, con toda la responsabilidad que eso implica, (y todo el poder que eso da) ¿quieeeeen va a tomar el mando y la responsabilidad? ¿los hijos? ¿tiramos una moneda a ver que hacemos?
Es lamentable la pérdida de autoridad que se autoinflingen los propios padres por no tener las cosas claras sobre lo que es el buen ejercicio de la paternidad.
Nota: hablo de padres, no de madres, porque en MI planeta conceptual, los hombres estamos mucho mejor equipados geneticamente para ejercer autoridad así como las mujeres están mucho mejor equipadas geneticamente para ser nutricias y buenas cuidadoras (con las decenas de miles de excepciones que solo refuerzan la regla). No es que las mujeres no puedan o sepan ejercer autoridad (fijate en las presidentas de las naciones actuales). Digo que EN GENERAL (y mis posteos hablan de las normas y no de las excepciones) en las familias bien conformadas quien ejerce la responsabilidad de ser el “capitán del barco” (el que es el primer responsable cuando las cosas salen mal en la familia) es el padre y quien ejerce la responsabilidad de la salud emocional de la familia, es la madre.
Que todo esté entreverado hoy por las falsas ideas sobre modernidad y progreso que son políticamente correctas, y que la fuerza de las circunstancias obligue a muchísimas mujeres divorciadas con hijos a ejercer el rol masculino, no deja de hacer que 2 + 2 siga siendo 4, las habilidades genéticas sean las que son y los niños y adolescentes requieran, para criarse bien como futuros adultos funcionales, un saludable ejercicio de la autoridad.
https://www.youtube.com/watch?v=5H3wUb39B8w
Si tan solo los padres supieran ejercer la autoridad
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