Es usual que juzguemos las relaciones de pareja pasadas por el final que tuvieron. Lo cual no necesariamente es justo.
En la gran mayoría las parejas terminan de una manera triste, dolorosa, y muchas veces enojada, de una de las partes o de ambas.
Opino que eso no invalida la relación de pareja que uno tuvo, de la misma forma de que la muerte final de todos nosotros, muchas veces precedida de una vejez debilitante o de una enfermedad dolorosa, a nivel físico o emocional, no invalida en lo mas mínimo la vida que hayamos tenido.
Si las secuelas de esa relación son tan negativas para el resto de la vida de uno que las cosas buenas que tuvo la relación, y los aprendizajes que uno tuvo de la relación gracias a la otra persona son ganancias que no valieron el costo de esas consecuencias negativas, ahí si, es lógico que uno se “arrepienta” de haber siquiera entrado en esa relación o tenga catalogada a esa relación como “mala”.
Pero nuestro pasado, relacionas incluidas, es el camino que nos ha llevado a nuestro presente, y si estás feliz en ese presente, entonces si cambias cualquier cosa de tu pasado, ya tu presente no seria el que es.
Ademas de que es tu pasado el que te ha llevado a tu presente, todas las cosas que aprendimos en nuestras relaciones de pareja pasadas son lo que nos permiten hoy una mayor probabilidad de ser feliz en nuestra relación de pareja actual y hacer mas posible un buen futuro de esa relación.