Las experiencias limite de pérdida en la vida, cuando uno por mal manejo de su propia vida revienta su matrimonio, o su economía, o su salud,o su dignidad, genera una experiencia tan fuerte, tan dolorosa, que sirve como “electroshock” mental.
Es el famoso “llegar al fondo del pozo” habiendo auto generado la pérdida de lo mas valioso de la propia vida, y algunos recién ahí logran reaccionar y salir del trillo mental de conductas autodestructivas que generaron el llegar al fondo del pozo.
Con el agravante de que así como el electroshock no garantiza la curación, el llegar al fondo del pozo no garantiza la felicidad futura.
Al contrario, habiendo llegado al fondo del pozo, aun reaccionando y curándose de sus “compulsiones autodestructivas”, uno de los costos es no poder dejar de saber, aunque no se quiera pensar en ello, cuanto mejor hubiera podido ser su vida de lo que terminó siendo “si tan solo hubiera evitado hacer ….” (porque lo perdido, ya fue perdido).
La alternativa para evitar esta marcha hacia el fondo del pozo es saber utilizar el crecimiento personal logrando que a uno/a le caiga la ficha de cual es la lección para aprender antes que el dolor de la pérdida se lo enseñe por las malas.