Todos conocemos el concepto de retraso mental, cuando una persona no evoluciona en su capacidad intelectual al mismo ritmo que crece su cuerpo por lo cual su capacidad intelectual queda como la de un niño.
Las personas con retraso mental (intelectual) difícilmente (no imposible, pero difícilmente) pueden funcionar en la vida, siendo económicamente independientes.
Las personas con retraso intelectual las detectas rápidamente, hablan en general ya de manera diferente.
Pero existe también, y es mucho mas común de lo que parece, e imposible de detectar hasta que las conoces en intimidad, las personas con retraso emocional, cuya capacidad de elaboración emocional no evoluciona a la par de su cuerpo, o sea se transforman en adultos cronológicos pero con el manejo emocional de un niño de 8 o 12 años o un adolescente de 16.
Las personas con retraso emocional, difícilmente (no imposible, pero difícilmente) pueden funcionar en la vida afectiva de pareja (no saben solucionar los problemas afectivos, los agravan, o directamente los generan).
Eso si, como todo niño/a, cuando no están generando o agravando problemas, tienden a ser “adorables”, “encantadores” y si su retraso quedó un poco mas adelante, en la edad correspondiente a la maduración emocional de un adolescente, son “chispeantes, energéticos, juveniles”.