Hay personas que no tienen paz interna, y siempre encuentran la explicación para venderse a si mismos la idea de porque necesitan ciertos cambios radicales, cuando si lo examinas a fondo encontras que esos cambios son solo síntomas externos de su inestabilidad interna.
Esa inestabilidad interna puede manifestarse afuera en diferentes áreas de su vida (sea en la pareja, en el trabajo o lo que sea).
Y si bien el exceso de rutina es malo para la felicidad, la inestabilidad afectiva, laboral y de situacion de vida es aun mucho peor para la felicidad.
Largarse a lo nuevo, a la aventura, para tapar agujeros emocionales, funciona como las drogas, sirve para un rato (la fase de excitación de lo nuevo) pero luego, sea unos meses después o a lo máximo unos años después, nuevamente viene el vacío existencial, la herida emocional no sanada.