O consideramos la vida una burla, de Dios, el Big Bang, del Universo, del azar, de quien o que sea,(porque por un lado nos gusta ganar y no perder, y tenemos instinto de supervivencia por lo cual deseamos vivir, y por otra parte inevitablemente llegamos a envejecer y a morirnos, con lo cual perdemos primero la juventud, el poder físico y la belleza corporal, y por último perdemos la propia vida), o aprendemos a morir y ahí la muerte no es “perder”.
De chico cuando por primera vez leí la historia de Socrates, el famoso filosofo griego que por desafiar las creencias de la época fue condenado a muerte y tomo cicuta (la forma de morirse de entonces) con total serenidad de animo, algo resonó en mi que si aprendes a vivir alineado con tu esencia, aprendes a morir con dignidad y paz interna.
Es uno de mis objetivos de vida.