Imaginate que tenes una cuerda atada a la cintura, de 10 metros de largo, que está atada a un árbol.
A medida que obtenes crecimiento personal podrás entender de nudos y podrás adquirir mucho mas fuerza para tratar de zafar del árbol y sus cercanías.
Pero mientras no desates el nudo y te liberes de esa cuerda, podrás hacer toda la fuerza que quieras y saber todo lo que quieras de crecimiento personal, pero seguirás en el mismo lugar que antes, atado.
Soltar la cuerda es asumir TODA la verdad, y nada mas que la verdad, sobre el pasado de uno y su propia vida y las responsabilidades de los padres de uno y las de uno mismo.
Sin atajos, sin distorsiones, caiga quien caiga.
Y reparar todos los daños hechos que sea posible reparar y pedir todos los perdones que sea necesario pedir, desde el fondo del alma, sin tapujos.