Hay muuuuchas personas que están “presas” de sus subpersonajes saboteantes y arman una vida de tal manera de repetir la misma película que tuvieron en su niñez PARA poder cambiarle el final.
Luego de terminado el juego ya no saben que hacer con su vida porque se les acabó el libreto (salvo que jueguen DE NUEVO a lo mismo cambiando de actores en el escenario de la vida).
Aun si dejan de jugar les viene la angustia de haber desaprovechado mucho tiempo y muchas cosas buenas de la vida solo por “jugar el juego” de la compulsión a la repetición de su asignatura pendiente.
Te doy dos ejemplos entre miles posibles
Ejemplo 1) Una niña quería que sus padres se divorciaran porque los padres se llevaban muuuy mal. Pero su madre no se divorcio con la excusa, que le dijo a su hija, que no podía hacerlo porque “tenia 2 hijos chicos”. Si esta niña al crecer no hace terapia es posible que caiga en la compulsión a la repetición de reclutar a un hombre con algún defecto descalificatorio, por ejemplo se casa con alguien que siendo infiel a su mujer de antes de ella, empezó a salir con ella (garantía de que va a ser lo mismo cuando la amante se convierta en la oficial) y hace ojos ciegos a la evidencia de ser una cornuda hasta tener 3 hijos chicos, no 2, para estar aun peor y mas comprometida en la situación que su madre y AHÍ si, “descubre” la infidelidad del marido y LO DEEEEEJA ! ¿Viste mama que UNA PUEDE divorciarse AUN con hijos chicos?
El problema es que después de hacerlo … ¿ahora a que juego?
Ejemplo 2) Como no alcanza con a) RECLUTAR a alguien sino ademas tenemos que b) PROVOCARLO y c) DISTORSIONAR LA PERCEPCIÓN de lo que pasa con la persona reclutada, pongo otro ejemplo:
Una niña sufre de mucha agresión en su hogar de origen, de forma directa o indirecta (el abandono y falta de cuidados es agresión también, por omisión)
De grande, si no hace terapia, puede caer en la compulsión a la repetición y RECLUTA a un hombre asertivo/agresivo.
Al principio le encaaaanta la seguridad de si mismo del hombre
Si no, no podría enamorarse y casarse que es parte del plan.
Pero luego de casada lo agrede ejemplo siéndole infiel, o quitandole el sexo, o incumpliendo pactos hechos antes del matrimonio en base a lo cual el hombre se caso.
Obviamente el hombre va a reaccionar mal.
Pero supongamos que lo recluto bien al hombre y es de los que se quedan en el matrimonio aun con esas agresiones hechas por la mujer, solo que mas agresivo que lo de costumbre porque fue agredido por la mujer.
Ahi la mujer acude al mismo mecanismo del ejemplo 1, no ver lo que no quiere ver, solo que aqui lo que no ve no es la infidelidad del marido (que en este caso es fiel) sino que el mecanismo de no ver se aplica a si misma, a SU propia agresión hacia el marido previa a la agresión de el (en el caso mencionado puede ser quitarle el sexo, o serle infiel, o incumplir pactos o las 3 cosas juntas)
Ahí logra jugar al juego porque al no ver como ella provoco la situación toma la reacción del marido como agresividad gratuita pero no contenta con esa provocación acude al tercer mecanismo, el de distorsión de la percepción y aumenta POR DIEZ la percepción de la agresividad del marido.
O sea, cualquier otra mujer diría “pero nena, es lo menos que puede hacer tu marido después de lo que vos le hiciste a el” pero ella esta JUGANDO SU JUEGO psicológico que requiere un SALDO FINAL del juego, que es lo que no pudo hacer de niña: “mandar a cagar a su familia” (los niños están presos en sus familias)
De modo que se divorcia.
Y acabado el juego, conseguido el “saldo del juego” buscado, se enfrenta a empezar la vida en serio, solo que habiendo generado infelicidad propia y ajena por buscar compulsiva y distorsionadamente el vivir asignaturas pendientes. Lo cual es el anti crecimiento personal.
¿Y ahora a que juego?
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