Amo la psicología (entre otras muchas pasiones) y desearía que toda persona tuviera acceso a un buen psicólogo.
Y tengo especial cariño y empatía por los que se dedican a la psicología como profesión.
Dicho esto entro en tema.
La diferencia entre una prostituta o amante mantenida y una novia es que a la novia no tenes que pagarle (ni directamente ni indirectamente) por poder acostarte con ella.
La diferencia entre un psicólogo y un amigo o padre o madre es que estos te escuchan y te aconsejan sin que tengas que pagarles por ello.
Si a la prostituta o a la escort o a la amante mantenida dejas de pagarle se termina el sexo y la compañia.
Si al psicólogo dejas de pagarle se termina la terapia.
Captas la idea?
Una escort o amante mantenida puede sentir atracción y afecto por su cliente y un psicólogo puede sentir mucho afecto por su cliente.
Eso no lo hace ni su amigo ni su amiga ni su padre o madre.
Y confundir los términos en este asunto causa mucho mal en los pacientes o consultantes porque inconscientemente los programan de que solo merecen afecto si pagan por el.
Como consultante en temas de psicología prefiero que me vean como yo vería a mi cardiólogo que me fuese a operar del corazón. Me gustaria sentir qué hay buena onda y hasta afecto entre nosotros pero lo que más me importaría sería que sepa operar con brillantez.
Tu psicólogo no es tu amigo ni tu padre ni tu amiga ni tu madre
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