Proyección identificativa y transferencia: Dos piedras con las cuales mejor no tropezar

Lo que le sucede a la gente con el fútbol sirve para entender la identificación proyectiva, que es algo que nos pasa a todos, en mayor o menor medida, y no es nada bueno para el crecimiento personal.
Con este nombre (“identificación proyectiva”) en psicología se quiere representar el fenómeno usual en que uno cree que lo que OTRO está haciendo lo identifica a UNO, y no, el otro es el otro y uno es uno, y los éxitos y fracasos del otro lo representan al otro, no a uno, y viceversa.
Los hinchas se sienten (me incluyo) triunfadores cuando gana su equipo y en realidad, si lo pensas bien, vos no ganaste NADA, un grupo de jugadores le ganó a otro grupo de jugadores y nada mas.
Pero cuando yo grito desaforado Goooool cuando alguien de mi equipo convierte un gol o grito de alegría y me siento ganador cuando mi equipo gana, caigo en exactamente el mismo tipo de “identificación proyectiva” que este niño que llora en el video adjunto.
Y si hago identificación proyectiva en mis hijos y siento que mis hijos me representan en sus éxitos y fracasos, no solo estoy haciendo el mismo error sino que estoy poniendo sobre los hombros de mis hijos la misma responsabilidad que los hinchas pusieron sobre Messi. Hacerle sentir a otro que lo representa a uno es un enorme error y creer que uno es otro y que los éxitos del otro son los éxitos de uno, es otro enorme error.
La identificación proyectiva es veneno para el crecimiento personal.
La identificación proyectiva es prima hermana de otro mecanismo similar errado del cerebro: la transferencia.
Cuando tu pareja te hace algo, no es tu padre que te lo esta haciendo, ni tu madre, tu pareja es tu pareja, tu padre es tu padre, tu madre es tu madre.
Y si te confundís podes perder tu relación de pareja al descargar sobre tu pareja viejas rabias que no tenes sanadas contra tu padre o tu madre.
Cuando tu jefe es injusto no es tu padre imponiéndote autoridad y haciéndote recordar como te enojaba tu padre de niño, tu jefe es tu jefe, tu padre es tu padre. Y si te confundís podes perder tu trabajo o posibilidades de aumento de sueldo.
Y así con todo.
Si el ser humano, poniéndole conciencia al funcionamiento en automático del cerebro, pudiera superar la transferencia y la identificación proyectiva, ganaríamos mucho en crecimiento personal.

Video: https://www.youtube.com/watch?v=4h4sFCdbVcM

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