La forma en que nos relacionamos con nuestro futuro

Si los médicos te diagnostican una enfermedad y te dan tres meses de vida, seguro que no vas a vivir igual que si pensas que vas a vivir cuarenta años mas.
Y tampoco vivís igual si crees que vas a vivir cincuenta años mas, treinta años mas o diez años mas (por eso que vivimos con prioridades diferentes en cada edad).
A nivel colectivo, la “certeza de que tengamos un futuro” ha disminuido grandemente, si lo comparamos con 70 años atrás.
Porque inconscientemente algunos, conscientemente otros, todos sabemos lo frágil de nuestra vida planetaria, que puede colapsar de un día al otro por una guerra nuclear, de la cual hemos estado muuuuy cerca, ahí al borde del precipicio, en un par de oportunidades, como la crisis de los misiles de Cuba en la época de Kennedy.
Si tenes hoy 50 años y vivis en un pais con expectativa de vida de 85 años te quedan probabilisticamente hablando 35 años de vida.
Esas probabilidades no te dan la garantia absoluta de nada, te podes morir mañana mismo de un ataque al corazon o un accidente.
Pero tenes la alta probabilidad de llegar a viejo.
A menos que colapse la civilización por una guerra nuclear o bacteriológica y si miras TV sabrás que el mundo está realmente loco, como era de esperar con la proliferación de la tecnología nuclear que llega a manos de países regidos por teocracias fanáticas, como en Irán, o de dictadores enloquecidos irracionales, como en Corea del Norte.
Hay muchos “síntomas” de la civilización moderna que se pueden entender dentro de ese contexto de “como reacciona el ser humano promedio si le quitas la probabilidad de que llegue a vivir el resto de su vida”.
1) los ni-ni, jóvenes que ni estudian ni trabajan: estudiar es una inversión para el futuro y en el trabajo se pasan aaaños pagando derecho de piso hasta poder ascender a puestos donde se gane bien
2) las relaciones de pareja de “uso y tire”; en que las parejas se separan en cuanto llegan a atravesar una crisis:. Las crisis a veces son largas, digamos, de meses, pero si vos calculas que vas a estar casado décadas, porque tomas en cuenta con una alta probabilidad que el futuro existe, ahí vale la pena perderse algunos meses de relación infeliz para que luego de superada la crisis puedas disfrutar de las delicias de una relación comprometida. Pero si no hay “futuro”, no hay paciencia ni motivación para superar las crisis. Se tira la relación y se busca otra, lo mismo que hacemos con los objetos cuando no funcionan bien hoy en día.
3) el gastar mas de lo que se gana y ponerse en deudas; ese comportamiento irracional no es tan irracional si pensas que el futuro quizás no llegue, porque que te quiten lo bailado cuando colapse el sistema y ya las deudas se diluyan porque el dinero no valdrá nada (este comportamiento irracional de meterse en deudas impagables lo hacen aun mas los Estados; todo economista sabe que es imposible pagar las deudas nacionales existentes, pero los gobiernos gastan como si no hubiera un mañana, y justamente lo hacen porque la probabilidad de que exista un mañana no es tan grande como antes).
Podría seguir con la lista de “síntomas” pero como introducción al tema alcanza para mostrar el punto.
4) cada vez son mas las personas (especialmente en la franja mas culta de la población) que decide no tener hijos; cuando se les pregunta los motivos, hay varios, lo caro que sale educar bien a un hijo, el tiempo y energía que implica criarlos bien, entre otros: Pero también aparece como factor el que sienten que es inmoral traer hijos a este mundo en este grado de violencia, degradación planetaria y posibilidad de colapso de la civilización.
Personalmente, mi filosofía de vida se resume en dos frases
1) la de Martin Luther King que decía “si supiera que mañana hubiera de morir, hoy igual plantaría mi manzano”.
2) la otra frase que aplico en mi vida es “prepararse para lo peor y esperar lo mejor”

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