Supongamos que te sentís herido/a por cosas que hizo tu pareja y que sentís que no podes remontar, o porque le has perdido la confianza o porque la otra persona no pide genuinamente perdón por lo que te hizo.
Y decidís por lo tanto separarte antes de terminar agriando definitivamente la relación entre ambas personas.
Ahí es importante recordar que una cosa es que la relación entre ambos no haya funcionado, y no se haya encontrado la forma de superar la crisis, y otra cosa es que tu pareja sea mala persona.
Por lo cual la forma de separarse es genuinamente (recalco el genuinamente, de nada valen las palabras vacías de contenido sentido) deseándole toda la felicidad del mundo para su futuro, porque si vos vales, no sos solo vos que sufrirá por la pérdida de la relación, sino que serán ambos los que sufrirán por no haber sabido solucionar los problemas que tuvieron (y que por la ley de “lección que no aprendes, repites”, seguramente surgirán en la siguiente relación)