Aquellos padres que por narcisismo o psicopatía no saben perder ellos mismos, no saben educar a sus hijos en el rubro “entrenarse a perder con hidalguía”, porque los hijos copian a los padres y si el padre se pone furioso cada vez que pierde hasta en un juego de mesa, o de ping pong, o de lo que sea, obviamente el hijo, que aprende copiando a sus padres, sale mal preparado para la vida.
Es muy importante adquirir en el hogar la capacidad del trabajo duro, la perseverancia en el empeño y el desarrollo de las propias capacidades innatas de modo de convertirse en un “ganador” en la vida, pero todos, inclusive los “ganadores”, pierden en varias oportunidades, sea en el rubro que sea, a veces afectivo, a veces económico, a veces en juegos y deportes, etc, etc.
Y quien no haya aprendido a saber perder, se ha perdido una parte fundamental de la educación y no está preparado para vivir la vida de forma adecuada.